miércoles, 27 de septiembre de 2017

# academias # aprender

Mis primeros pasos como opositora

Buenas! Otra vez por aquí. 
Hace un tiempo me preguntó una chica si podía comentar cómo habían sido mis primeras experiencias con las oposiciones y creo que puede ser interesante para así reflexionar sobre cómo ha evolucionado mi rutina y mis pensamientos durante estos tres años. Perdonad por el testamento 😅



Aunque ya lo haya comentado con anterioridad creo que es importante dedicar un momento para presentarme ya que eso dependerá que todo lo siguiente se entienda. 

Soy Plumita, tengo 25 años y soy maestra de Educación Primaria y Pedagoga. En el 2015 mientras hacía el Máster de Formación del Profesorado me preparé las oposiciones de Educación Primaria y aprobé. En el 2016 dediqué el año a prepararme las opos de Orientación Educativa y aprobé la primera fase mientras que la segunda la suspedí. 

Dicho esto... pasamos a la acción

Primer año (Educación Primaria)


Lo primero en llegar fueron las dudas. Ya me surgieron al acabar magisterio. ¿Qué es opositar?, ¿Cómo se oposita?, ¿Cuántos temas son?, ¿Dónde encuentro una academia?, ¿Preparador?, ¿Cualquier temario vale?, etc. 

Al final me convencieron (gracias infinitas) para empezar pedagogía y dejé esa idea de lado. Lo malo fue que al acabar pedagogía venían sí o sí las opos porque se sabía que se iban a convocar. Así que me planteé empezar a opositar mientras hacía el Máster. Resurgieron las mismas dudas y más: ¿seré capaz? ¿realmente quiero ser maestra? ¿prefiero la pedagogía? ¿no será mejor trabajar de cualquier cosa? ...


Sinceramente adoro las dudas. No dejan de ser estrategias que tenemos para avanzar en la vida. Así que pasito a pasito fui dándoles respuestas

Al poco de decidir que quería opositar se puso en contacto conmigo una academia preguntándome si quería ser la representante en mi facultad, es decir, ir por las clases consiguiendo emails de los alumnos/as. Me ofrecían por aceptar un descuento en la matricula del curso de preparación y por cada hoja de emails una serie de recompensas: cursos homologados gratis y algo más que no recuerdo. 
La verdad es que se vendieron muy bien y me gustaba que fuera una academia nacional porque si me quería presentar en otra comunidad ellos me podrían explicar las diferencias legislativas, entre otras. 

La modalidad de clase era online, todos los miércoles nos conectabamos con audio y video todos los participantes y esa clase se quedaba guardada por si alguien no podía verla o si nosotros mismos necesitabamos echarle un vistazo. 

Suena bien, ¿verdad?. Pues me equivoqué, pero mucho. Sí que es verdad que el trabajo como representante lo dejé muy pronto por varios motivos: no me gustaba estar vendiendo algo que no conocía por las recompensas que me daban y, el más importate, ingresaron a mi padre durante un tiempo bastante prolongado. 
En cuanto a la metodología de las clases no fue lo ideal ya que de las asistentes (todas mujeres al final) la única que no era de Madrid era yo, así que se centraban mucho en esa comunidad y en su prueba práctica. Resumiendo: me enteraba de todo lo de Madrid mientras yo estaba haciendo un caso práctico en el que solo iba a participar yo y que me corrigiría al final de la clase. 
¿Qué tiene eso de negativo? Para empezar, no me gusta estar dos horas pegadas al ordenador trabajando y escuchando a 10 personas discutir sobre otro tema ya que no hay quien se concentre y, por otro lado, lo bueno de estar en un grupo es que la resolución de casos prácticos se ve enriquecida con las ideas de todos. 

En cuanto al temario y organización sí que me gustó. Nos daban un campus virtual y un temario físico según te matriculabas así que cada uno podría seguir su propio ritmo. Sí que es verdad que en cada clase, la tutora nos daba un resumen de ciertos temas para que trabajasemos sobre ese esquema en concreto, por lo que en realidad debías seguir también el ritmo de dichas clases.

¿Qué pasaba? Yo tenía totalmente libre para dedicarme a las oposiciones 100% desde septiembre hasta Enero, cuando ya empezaba las prácticas del máster y el TFM. Por ello pensaba que debía centrarme y adelantar mucho para tener ya trabajo hecho en el momento que tocase compatibilizar. Pero una cosa es pensar y otra actuar. Me volví un poco loca y un poco vaga. 

Os soy sincera, no supe manejar tanto tiempo para estudiar pero he aprendido de ello. Soy de la opinión que cuanto menos tiempo tienes mejor lo aprovechas aunque, eso sí, he aprendido a distribuir mi tiempo y sacarle partido (eso si queréis en otra entrada).

Ese año me centré en coger todos los temas y resumirlos, pensando que resumiéndolos tendría ya un material final para estudiar cuando estuviese más atacada pero procrastinaba mucho. Empecé subrayando los temas para luego pasarlos al ordenador y sí, lo hacía, pero tardaba el triple de lo normal porque "mira que blog", "ay, que chula está esta página", "vamos a ver si hay ofertas en amazon", "recojo un poco la habitación", "uy mira que libro más bonito" y todas las cosas reales que no se me están ocurriendo ahora (y de ahí los ejemplos tan tontos). 

Total, que llegó enero, empecé las prácticas y no llevaba mucho avanzado, tenía la mitad del tema resumido (magisterio son 25 temas, es decir, no hice mucho) y me encontré con una situación complicada: mis prácticas requerían mucho tiempo extra ya que tenía que hacer informes, investigar sobre necesidades educativas, etc y, además, mi brazo empezó a dolerme. Esto sí que ya lo he comentado más veces: no le hice caso a ese dolor inicial, pasó al codo y deje de tener control sobre él. Tal cual: se me caían cosas, no podía casi cortarme un filete así que imaginaros escribir. 

Resumamos: empecé con toda la actitud, "iba" a mis clases online, el temario solo llevaba el de las clases (es decir, perdí mis objetivos por el camino) y, al empezar las prácticas, me lesioné el brazo muy seriamente.

¿Por qué os lo cuento? Porque aprendí de ello. Seamos francos, las oposiciones son un proceso largo. Es como cuando vamos al monte, si echamos toda la leña al principio no llegaremos a la cima. Pues con las opos lo mismo. Queridos novatos, si sois maestros/as acordaros del periodo de adaptación de los peques. ¡Nosotros/as también lo necesitamos!

Para mi aprender eso ha sido un gran paso. ¿Qué significa? Simple, si vamos a pasarnos meses y meses estudiando, hay que acostumbrar a nuestro cuerpo. No es bueno que la primera semana nos metamos en el opozulo y no salgamos. Lo mejor es empezar con unas horas, con cosas que nos gusten para ir cogiendo el ritmo y, en un mes, lograr el horario final que queremos propornernos. 

Con esto no solo conseguiremos no llegar cansados (o tan cansados) a las opos, sino conseguiremos motivación ya que el cuerpo se irá acostumbrando a esa rutina poco a poco. El primer año yo quise empezar de golpe y mi cerebro quería hacer de todo menos estudiar. En el segundo intenté esta introducción progresiva a las opos y me fue genial.

Antes de pasar a este segundo año os diré que el resultado de las opos primeras fue bueno pero por suerte. Me salieron unos temas que me sabía y muy relacionados con la pedagogía y los saqué por eso. Pero el esfuerzo que realicé y el trabajo que hice NO fue el que yo quería haber hecho. (Esto me recuerda que en otro momento podemos hablar de las expectativas de los demás. El típico: tú eres buena estudiante, puedes con esto y más)



Segundo año (orientación)

Las primeras oposiciones y el master me dejaron agotada. Un apunte importante es que las oposiciones de educación, si vas aprobado, se alaaaaargan hasta el infinito. Bueno, tanto no pero lo parece. Si el proceso empieza a finales de junio suele acabar a finales de agosto. Es todo un mes de tensiones que deja al cuerpo totalmente roto. 

Ese año, me planteé no mirar nada en agosto, relajar, descansar y dejar al cuerpo recuperar. Pero claro, empezaron las alarmas: ¡es la primera vez que sale orientación en mucho tiempo! ¡no hay academias! ¡no hay preparadores!... 

Así que dediqué una parte de ese mes a buscar academias, porque lo de los preparadores lo veía complicado. Y sigo viéndolo, encontrar preparadores sin tener contactos es muy difícil ya que no se suelen publicitar, al final se llega a ellos por el boca a boca. Encontré relativamente rápido una academia que empezaba a hacer un grupo pequeño de orientación, lo dejé todo pactado para empezar en septiembre y me dediqué a mi. 

Llegó septiembre y la sola idea de empezar con las oposiciones me revolvía el estómago. Para empeorar las cosas la chica de la academia me llamó y me dijo que la única de mi especialidad era yo y que iba a esperar a octubre para ver si se apuntaba más gente o, sino, no daría orientación. Apuffff....😓

Otra vez a buscar academias y eso era imposible. Llegué a plantearme a volver a la del año pasado, total, "mejor que nada" era. Llegó octubre y no tenía nada claro, pero por suerte (o desgracia, todavía no lo sé) se hizo un grupo. Eramos 3, un minigrupo más bien.  Además hicimos muy buenas migas, creamos un grupo de whatsapp y empezamos a planear hacer un buen temario (ah, la academia no nos daba temario...¡en qué momento eso me parecío buena idea?????!!). Pero al poco tiempo cambiaron de idea y se pasaron a PTSC. Otra vez sola pero, al menos, la academia no se echó a atrás y siguió preparandome. Decidí comprarme el temario de la academia del año pasado ya que la experiencia con el de primaria había sido buena y dejarme aconsejar por la nueva academia en supuestos prácticos y programación.

Tuve suerte porque se me juntaron otras dos personas en enero. Gente mayor, con los pies en la tierra, con ganas de trabajar y compartir. Y ahí empezaron lo que yo sigo llamando "los consejos de sabías". Nosotras, por nuestra cuenta, nos reuníamos una vez a la semana, resolvíamos casos prácticos, resolvíamos nuestras dudas. Veníamos de perfiles muy diferentes: yo maestra, pedagoga, con prácticas recientes en orientación en diversos centros, una de ellas profesora en un centro y otra profesora universitaria de psicología. Eramos una buena mezcla ya que tocabamos todos los palos, por decirlo de alguna forma. 

Con la academia, cada vez estabamos más descontentas las tres. La programación no nos convencía y no veíamos avance... 

En fin, que al final las oposiciones salieron bastante bien.

¿Qué mejoré y qué aprendí de este segundo año?

Mejoré el estudio, estudié como una campeona, memoricé bien, hice esquemas y empecé a organizarme un buen método que me ayudase a avanzar. 
Me costó tiempo. Tuve un período de adaptación como os dije antes. Tarde un mes y algo en lograr estar sentada toda la mañana y por la tarde estudiaba 4 horas. 
Lo que más me llevó fue averiguar cómo memorizaba mejor. Empecé subrayando el tema, haciendo un esquema... pero no era suficiente. Y luego ya probé el sistema que llevo hoy en día (la entrada de hace dos semanas) y conseguí avanzar. 

No os desesperéis si al principio no lográis amortizar el tiempo. Cambiad. Innovad. Poco a poco, iréis encontrando el método de estudio que más se ajusta a lo que las oposiciones necesitan. 

En cuanto a lo de aprender... aprendí que merece la pena tener una buena base, saber, tener unos cimientos de los temas pero no porque en el tema 1 diga esto o aquello sino simplemente saber "esto y aquello". ¿Por qué? Porque tuve la mala suerte que en orientación no me saliese en el sorteo ni un solo tema que llevase (que ya es mala suerte, llevaba 48/68). Pero bueno, cogí cosas de las leyes, cogí cosas de aquí, de allá, hice un esquema antes de ponerme a redactar y... saqué un notable. 

Así que otra enseñanza para el bote de oposiciones: ser consciente de que debes aprender los temas no por ser temas, sino por ir cogiendo conceptos. Confiar en ti mismo/a y saber que ante una situación así puedes sacar un tema e incluso, yo este año lo voy a hacer, haz simulacros con los temas que no has estudiado, piensa a partir del título de qué podrías hablar y entrena esa faceta de salir del paso. 


Y ahora realmente estoy en mi cuarto año de oposiciones. En el tercero no salieron convocadas e iba a ir por libre así que mucho no os puedo contar.  Sobre el actual, voy a orientación y estoy empezando con una preparadora. ¡Ya os iré contando!

Un besooooote😘



1 comentario:

  1. ¡Gracias!
    Es genial conocer la realidad de otras personas, esencial para poder llegar a saber qué haces bien o mal, mejorar tu método y darte cuenta de que no estás sola. Así que gracias :)

    ResponderEliminar

Follow Us @soratemplates